Zaanse Schans en bicicleta

Los molinos de viento son unos de los símbolos más representativos de Holanda y visitarlos durante una estadía en Ámsterdam es posible. En el barrio de Zaanse Schans se pueden observar varios molinos de hasta 200 años, en lo que parece un museo al aire libre. Nosotros decidimos hacer el recorrido en bicicleta desde la Estación Central de Ámsterdam.

 

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Recorrido en Bicicleta

Durante nuestro viaje a Europa de 1 mes, Ámsterdam era la segunda parada importante y aparte de sus ya conocidos barrios, calles y museos, Zaanse Schans y sus molinos de viento eran un objetivo nuestro.
Existen tours para ir en autobús para llegar hasta el lugar, sin embargo nosotros decidimos hacerlo en bicicleta. Cerca de la estación encontramos un alquiler de bicicletas, el precio fue 15 euros por todo el día. 
Detrás de la estación cruza un canal, por lo que hay que utilizar un ferry para llegar al otro lado (es gratuito y tiene espacio para subir en bici), se tarda 1-2 minutos en el ferry. Después de eso, son 17-20 km (dependiendo de la ruta) el terreno totalmente plano, recomendamos utilizar Google Maps para revisar la ruta, o también pueden ir preguntando cada tanto y así conocer más y mejor.

El camino es espectacular

Siempre sobre un carril exclusivo para bicicletas que hace el viaje muy tranquilo. La ruta está llena de casas hermosas, canales, parques y calles pequeñas. Hay varios lugares para comer de camino o para comprar snacks para pasar el día.

¡Llegamos!

Después de un poco más de 1 hora de camino llegamos a los molinos. 


Es todo un complejo con varios museos, una granja típica con lechería y animales (la entrada es gratis). También se puede ingresar a casas e industrias antiguas del lugar, es perfecto para conocer cómo se vivía en el siglo XVII y XVIII en Holanda. Los molinos se pueden apreciar por dentro y por fuera.
Hay pequeñas tienditas con venta de souvenirs, chocolates, queso y muchas cosas más. El lugar invita a quedarse mucho tiempo disfrutando de todos sus detalles. Se nos fue toda la tarde en Zaanse Schans y ya era hora de regresar.

 


Tomamos nuestras bicicletas y de vuelta para Ámsterdam. El regreso fue más sencillo, pues ya conocíamos el camino. Nos pareció un lugar que merece ser visitado y permite salirse de la ciudad en pocos kilómetros y apreciar Holanda desde otro punto de vista.

Hacerlo en bicicleta le da un toque especial para vivir la experiencia completa. 

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